Hace mucho que se sospechaba, pero un nuevo y abarcador estudio provee más evidencias de que los antibióticos pueden reducir la efectividad de las pastillas anticonceptivas.
Esto significa que las mujeres que usan ambos tipos de medicamentos a la vez deben tomar medidas de precaución adicionales para evitar un embarazo no deseado, señalan los autores británicos del estudio.
El estudio no pudo probar causalidad. Pero, “sugiere que hay una interacción entre los antibacterianos y los anticonceptivos hormonales, lo que puede potencialmente afectar a la efectividad de los anticonceptivos”, concluyó un equipo dirigido por la Dra. Robin Ferner, del Instituto de Ciencias Clínicas de la Universidad de Birmingham.
Los hallazgos no sorprendieron a un ginecobstetra estadounidense.
“Hace mucho que sabemos que ciertos antibióticos afectan al metabolismo de las hormonas anticonceptivas orales”, dijo el Dr. Mitchell Kramer, director de obstetricia y ginecología del Hospital de Huntington de Northwell Health, en Huntington, Nueva York.
“Por tanto, aconsejamos a las pacientes que toman pastillas anticonceptivas que usen anticonceptivos adicionales, por ejemplo preservativos o supositorios/espuma espermicidas, durante la duración del uso de los antibióticos, solo como precaución”, indicó.
Según el equipo de investigación de Reino Unido, estudios anteriores sobre las interacciones entre los antibióticos y las pastillas anticonceptivas han arrojado hallazgos contradictorios.
Buscando claridad, Ferner y su equipo monitorizaron los informes de unos efectos secundarios no deseados sospechados (llamados tarjetas amarillas) que habían sido reportados por los proveedores de atención de la salud y el público al regulador de los medicamentos y los dispositivos médicos de Reino Unido, la Agencia Reguladora de Medicamentos y Productos de Atención de la Salud.
Específicamente, compararon el número de embarazos no deseados reportados en casi 75,000 tarjetas amarillas de antibióticos en general, alrededor de 33,000 de medicamentos inductores enzimáticos, y más de 65,500 de medicamentos de otros tipos.
Hubo 46 casos de embarazos no deseados en los informes de tarjeta amarilla de los antibióticos (una tasa de 62 por cada 100,000), 39 en los informes de los medicamentos inductores enzimáticos (119 por cada 100,000), y seis en los informes de los otros medicamentos.
En comparación con los otros tipos de medicamentos, los embarazos no deseados fueron siete veces más comunes en los informes de tarjeta amarilla de los antibióticos y 13 veces más comunes en los informes de los medicamentos inductores enzimáticos, que incluían a algunos antibióticos.
Los defectos congénitos también se reportaron con una frecuencia siete veces más alta en los informes de tarjeta amarilla de los medicamentos inductores enzimáticos, según el estudio, que se publicó en la edición del 18 de agosto de la revista BMJ Evidence Based Medicine.
No fue posible calcular los riesgos absolutos a partir de los datos, y el riesgo varía de una mujer a otra, según su constitución fisiológica y circunstancias, enfatizaron los investigadores.
Se mostraron de acuerdo en que si una mujer toma anticonceptivos hormonales y un antibiótico, se le “aconseja tomar precauciones anticonceptivas adicionales cuando se añade un curso corto de antibacterianos”.
La Dra. Jennifer Wu es obstetra y ginecóloga del Hospital Lenox Hill, en la ciudad de Nueva York. Al leer el estudio, dijo que tuvo un buen diseño, con “unos números grandes y una buena monitorización de los pacientes”.
Basándose en los hallazgos, Wu cree que “los médicos y las pacientes deben tener una conversación cuidadosa sobre las nuevas recetas, y si pudieran interferir con las pastillas anticonceptivas”.
“Los prospectos de los antibióticos y de los inductores enzimáticos también deberían advertir a las pacientes, como precaución adicional”, añadió.
FUENTES: Jennifer Wu, M.D., obstetrician-gynecologist, Lenox Hill Hospital, New York City; Mitchell S. Kramer, M.D., chairman, Department of Obstetrics and Gynecology, Northwell Health’s Huntington Hospital, Huntington, N.Y.; BMJ Evidence Based Medicine, news release, Aug. 18, 2020