En un artículo que se dio a conocer en la Pediatric Infectious Disease Journal se analizó el uso de antibióticos en niños internados por IPPB.
Los autores del mismo destacan que se han hecho muchos estudios en pacientes adultos para tratar de optimizar el uso de antibióticos, pero hay comparativamente pocos estudios en niños.
En este caso se realizó un análisis secundario de un estudio retrospectivo de cohortes, de pacientes pediátricos (menores de 18 años) internados por IPPB en 7 hospitales de EEUU, entre los años 2010 y 2012. Se incluyeron 102 pacientes, con un promedio de 5 años de edad. Del total de pacientes, 43 tenían celulitis, 40 tenían abscesos y 19 tenían una celulitis purulenta o una herida (no quirúrgica) infectada.
El antibiótico para gérmenes gram positivos más utilizado fue clindamicina, tanto durante la internación como al egreso (66% de los casos), y en segundo lugar vancomicina (20%).
En un 67% de los pacientes se incluyó empíricamente cobertura para bacilos gram-negativos (como inhibidores de beta-lactamasas, cefalosporinas de 2da generación o superiores, quinolonas, carbapenems, tigeciclina, aminoglucósidos o colistin).
En 88 pacientes se realizaron cultivos que presentaron un alto rédito:59 de los 88 tuvieron rescate microbiológico, un 67%). El 95% de los cultivos tenían cocos gram-positivos, y el germen más aislado fue, como era de esperar, Staphylococcus aureus, tanto sensible como resistente a meticilina en proporciones semejantes. Sólo en 5 pacientes se aisló un bacilo Gram-negativo.Hubo falla de tratamiento en sólo 6% de los casos, principalmente pacientes con abscesos.
El tiempo promedio de tratamiento fue de 11 días, sin diferencia entre los 3 tipos de infecciones.
El trabajo hace notar que en ninguno de los casos analizados hubo consulta con Infectología Pediátrica, a diferencia de los pacientes adultos donde ésta es frecuente. Se sugiere que se debe a que los pacientes pediátricos tienen menos comorbilidades que los adultos y una mejor evolución, corroborada por el 94% de efectividad de los tratamientos.
Como conclusiones principales: la buena respuesta a los tratamientos en internados y el bajo rescate de gérmenes gram negativos sugieren que se podría disminuir el uso de antibióticos de amplio espectro y acortar los tiempos de tratamiento. Por otro lado, la prevalencia actual del SAMR y su papel en la falla de tratamiento oral apoya el uso de antibióticos como clindamicina o vancomicina, así como alternativas como linezolid o trimetoprima-sulfametoxazol. El drenaje adecuado de los abscesos tampoco debe ser pasado por alto, ya que su presencia se asocia también con falla de tratamiento.
Referencias
Moore SJ, O’Leary ST, et al. Clinical characteristics and antibiotic utilization in pediatric patients hospitalized with acute bacterial skin and skin structure infection. Pediatr Infect Dis J 2014; 33(8):825-8.