P. ¿Cuánto se conocía previamente sobre la duración de la lactancia y la inteligencia?
R. Varios estudios han informado anteriormente de un beneficio de la lactancia materna en las pruebas de rendimiento y de inteligencia en niños y adolescentes, pero, en los adultos, estos beneficios no han sido evaluados realmente.
Además, los estudios han revelado un aumento del rendimiento en pruebas de coeficiente intelectual entre los niños que habían sido asignados ya sea para recibir la leche materna durante su estancia en la unidad de cuidados entre ciudades o entre los niños cuyas madres habían sido asignados para recibir una intervención de promoción de la Lactancia Materna.
Por último, en una revisión sistemática y meta-análisis que llevamos a cabo, que debe ser publicada, próximamente, par de meses, se observó un efecto mínimo de alrededor de una diferencia de 2,5 puntos en el rendimiento del índice de inteligencia entre los adolescentes y los niños que fueron amamantados y los que no eran.
P. ¿De qué manera su investigación logró llegar a estas conclusiones?
R. Nuestra investigación muestra un beneficio de la lactancia materna en el rendimiento en pruebas de coeficiente intelectual que era similar al beneficio reportado en ensayos previos en niños y adolescentes, lo que sugiere que los beneficios de la lactancia materna todavía se observan en la edad adulta.
Nuestra primera pregunta fue si el beneficio que estamos observando en los adolescentes y los niños los que todavía se observan en edades adultas. Estamos demostrando que es.
La otra pregunta era que si la lactancia materna conduce a un aumento de aproximadamente de 3 puntos en el coeficiente intelectual, ¿cuál es el significado de esta diferencia y cuáles son las consecuencias?
Se demuestra que esta pequeña diferencia en el coeficiente intelectual tiene un efecto real en el futuro, al aumentar el rendimiento y el rendimiento escolar, así como los ingresos en la edad adulta.
P. ¿Qué cosas envuelve su reciente estudio y cómo usted hizo para medir la inteligencia?
R. Hemos estado siguiendo estos temas desde su nacimiento. Durante la última visita, cuando los sujetos tenían edades de 30 años, se llevó a cabo exámenes utilizando una entrevista psicológica y la Inteligencia de Wechsler en escala de Adultos
P. ¿Cuál fue la población del estudio?
R. Hemos sido capaces de seguir cerca de 3.700 sujetos a los 30 años.
P. ¿Cuáles son los principales factores que considerar usted para elegir una prueba de inteligencia y de qué manera están los test inteligencia limitados?
R. Hemos decidido utilizar la Escala Wechsler porque es el más comúnmente utilizado entre otros estudios.
El problema o la limitación de los tests de inteligencia es que no ofrecen un panorama completo de la inteligencia de alguien y sólo muestran algunas dimensiones. Estas pruebas evaluan sólo una parte de la competencia global humana porque tenemos la inteligencia emocional y otros dominios de la inteligencia que no pueden ser evaluados por las pruebas de CI. Esto significa que sólo determina el éxito relacionado con la escuela y no el éxito en la vida en general.
P. ¿Cómo separar el efecto de la lactancia materna a la de la ventaja socioeconómica?
En primer lugar, a diferencia de lo que se ha observado en la mayoría de los países de altos ingresos,, la prevalencia de la lactancia materna no se ve afectada por el nivel socioeconómico. La madre de escasos recursos y la madre adinerada amamantan durante más o menos la misma cantidad de tiempo. Por lo tanto, el estado socioeconómico no debe ser considerado como un factor de confusión real en nuestros estudios.
Sin embargo, todavía nos decidimos ajustar nuestras estimaciones para varias variables socioeconómicas. Se incluyeron en el análisis de varias medidas diferentes de la situación socioeconómica de demostrar que nuestros resultados no son confundidos por la situación socioeconómica.
P. ¿Qué factores tomó en cuenta?
Se incluyeron escolaridad materna, el ingreso de la madre, la renta federal, y el índice de puntuación de la casa, que mide no sólo la posesión de bienes, sino también el tipo de construcción de viviendas.
P. ¿Cuáles fueron sus principales conclusiones y si le impactaron los resultados?
Nuestros principales hallazgos fueron que la lactancia materna se asoció positivamente con el CI, el ingreso y la escolaridad. Lo que nos sorprendió fue la magnitud de la asociación entre la lactancia materna y los ingresos. No esperaba que el beneficio sea tan grande, pero fue una sorpresa positiva.
P. Desde su perspectiva, cuál cree usted que sea el probable mecanismo que subyace los efectos beneficiosos de la leche materna sobre la inteligencia?
Esa es una buena pregunta. Podría ser un efecto nutricional porque la leche materna lleva algunos nutrientes como los ácidos grasos saturados que no estaban presentes en las fórmulas disponibles cuando nuestros sujetos eran bebés. Esos ácidos grasos están relacionados con el desarrollo del cerebro, de modo que es una explicación.
Otra explicación podría ser que la leche materna promueve la unión entre la madre y el niño, que también se pensó para impulsar el desarrollo del niño.
P. ¿Cuáles son las implicaciones para la salud pública de su investigación?
Bueno, esto es muy importante. Independientemente de si hay un efecto de unión nutricional o psicológico, maternal, nuestros resultados han reforzado la importancia de promover la lactancia materna.
Las sociedades y los gobiernos deben tomar medidas en términos de promoción de la lactancia materna y las acciones deben ser adaptados para cada país, de acuerdo a los factores relacionados con una menor duración de la lactancia materna en cada lugar.
P. ¿Lo que se necesita es más investigación para corroborar sus hallazgos?
Los resultados deben ser replicados en otro ambiente, porque un factor importante a considerar al evaluar asociaciones relativos, es si o no nuestros resultados en un escenario se replican en otros.
Fuente: Association between breastfeeding and intelligence, educational attainment, and income at 30 years of age: a prospective birth cohort study from Brazil. Victora, Cesar G et al. The Lancet Global Health , Volume 3 , Issue 4 , e199 – e205 http://www.thelancet.com/journals/langlo/article/PIIS2214-109X%2815%2970002-1/abstract
