En su trabajo con pacientes que tienen cáncer de páncreas, al Dr. Srinivas Gaddam le molestaba algo que estaba viendo.
“Hay pacientes en los que no puede dejar de pensar, porque te han provocado una impresión y uno intenta cambiar las cosas, pero solo puede hacerlo hasta cierto punto”, señaló Gaddam, que dijo que se encontró cuidando a unos pacientes que eran muy jóvenes.
“Sabíamos que había una tendencia [de pacientes más jóvenes] en el cáncer de colon, pero no lo sabíamos respecto al cáncer de páncreas. Así que decidí ver si había una tendencia real. ¿Yo simplemente estaba atendiendo a algunos pacientes jóvenes, de forma desproporcionada respecto a todos los demás del campo?”, se planteó Gaddam, profesor asistente de medicina de la División Karsh de Gastroenterología y Hepatología del Centro Médico Cedars-Sinai, en Los Ángeles. “Resulta que cierto”.
Lo que Gaddam y otros investigadores notaron es que el número de personas diagnosticadas con un cáncer de páncreas, que a veces es llamado un asesino silencioso porque es más difícil de detectar en sus etapas tempranas, han estado en aumento en las dos últimas décadas, en ambos sexos.
Lo que resultó incluso más sorprendente fue que encontraron que la enfermedad aumentó de forma desproporcionada en las mujeres más jóvenes, las de menos de 55 años, en particular entre las que tenían de 15 a 34 años, aunque el tamaño de la muestra fue pequeño. El cáncer de páncreas es más común en los hombres.
Si la tendencia actual continúa, los investigadores apuntaron que el cáncer de páncreas en las mujeres de 15 a 34 años habrá aumentado en un 400 por ciento respecto a lo que experimentan los hombres a las mismas edades en 2040.
“Este estudio no responde cuál es el motivo, sino que ilumina el hecho de que está aumentando, y que está aumentando de forma desproporcionada respecto a los hombres”, dijo Gaddam.
Sin saber por qué, la pregunta por ahora queda abierta a la especulación. Tal vez las mujeres tengan una exposición desproporcionadamente alta a algún factor de riesgo ambiental en las últimas décadas que los investigadores todavía no comprenden, planteó Gaddam.
Una enfermedad letal si no se detecta temprano
Aunque las tasas están aumentando con una mayor rapidez en las mujeres menores de 55 años, siguen siendo muy bajas en los individuos jóvenes, según la investigación, que se publicó en la edición en línea del 24 de octubre de la revista Journal of the American Medical Association. La investigación se presentó de forma simultánea en la reunión anual del Colegio Americano de Gastroenterología (American College of Gastroenterology), que se está celebrando tanto en Las Vegas como en línea.
Para estudiar el tema, los investigadores observaron las tasas de incidencia del cáncer de páncreas por cada 100,000 personas de 2000 a 2018 de la base de datos Epidemiología de la vigilancia y los resultados finales (SEER, por sus siglas en inglés), que recolecta datos de unos registros de cáncer que cubren a un 37 por ciento de la población de EE. UU. Encontraron 283,817 casos en mujeres y hombres durante estos años.
La dificultad de diagnosticar el cáncer de páncreas es que no hay una prueba de detección sólida para identificarlo en una etapa temprana y los pacientes no tienen síntomas hasta que la enfermedad está bastante avanzada, apuntó Gaddam.
A pesar de los tremendos avances en la detección y el tratamiento de otros tipos de cáncer, la tasa de supervivencia a cinco años del cáncer de páncreas ha mejorado de un 3 a apenas un 10 por ciento en las últimas décadas, indicó Gaddam.
Los factores de riesgo incluyen los antecedentes familiares.
“Sí tenemos un grupo de pacientes de alto riesgo, bien definido pero pequeño. Tendemos a hacerles pruebas cada año. Tendemos a hacer IRM, TC y ultrasonidos endoscópicos”, explicó Gaddam. “Hay distintas modalidades de pruebas para detectar el cáncer en estos pacientes, pero para la gran mayoría de la población general, en realidad no hay muchas cosas por las cuales guiarse”.
Los factores de riesgo pueden incluir la obesidad o el tabaquismo, pero no son factores de predicción muy fuertes para el cáncer de páncreas, comentó Gaddam. Los médicos también observan la ictericia sin dolor abdominal, una pérdida de peso profunda y sin explicación, o un diagnóstico reciente de diabetes.
Quedan preguntas
“Obviamente, no todas las causas de un nuevo diagnóstico de diabetes son cáncer, ni todo el que pierde peso tiene un cáncer de páncreas. Todos debemos ser realmente cuidadosos al respecto, pero buscamos estas señales características sutiles cuando hablamos con nuestros pacientes”, aclaró Gaddam.
Muchas personas con un cáncer de páncreas tienen unos síntomas muy imprecisos, como una incomodidad abdominal menor o indigestión, dijo el Dr. Sajan Nagpal, profesor asistente del departamento de medicina de la Universidad de Chicago. Nagpal no participó en el estudio.
Una diabetes duradera y una pancreatitis crónica son otros factores de riesgo.
Cuando el cáncer se detecta, un 80 por ciento de los pacientes ya no son elegibles para la cirugía, la única forma de curar el cáncer, apuntó Nagpal. Otros tratamientos incluyen a la quimioterapia y la radioterapia.
“El número real de personas que pueden someterse a una cirugía con éxito es incluso más bajo, y por esto los resultados siguen siendo malos en el cáncer de páncreas”, dijo Nagpal. “Sería magnífico si pudiéramos identificar a los pacientes en una etapa más temprana, porque esto significaría que los pacientes calificarían para la cirugía y podríamos mejorar los resultados de estos pacientes”.
Nagpal sugirió que se realice más investigación, utilizando unas bases de datos más grandes y datos de oncología de los hospitales para corroborar, potencialmente, este estudio, y proveer información sobre por qué esto podría estar sucediendo.
Gaddam también pidió que haya más investigación.
“Creo que esto muestra una tendencia potencialmente alarmante, y como sociedad, debemos invertir más en esta área para frenar el aumento”, añadió Gaddam. “Creo que esto amerita más investigación, más dinero para la investigación, y que más mujeres deben exigir que haya investigación en esta área. Y diría que si a cualquiera le preocupa el cáncer de páncreas en su familia, o si observa una tendencia, debe hablar con el médico al respecto”.
FUENTES: Srinivas Gaddam, MD, gastroenterologist and assistant professor, medicine, Karsh Division of Gastroenterology and Hepatology, Cedars-Sinai Medical Center, Los Angeles; Sajan Nagpal, MBBS, assistant professor, medicine, and director, Pancreas Clinic, University of Chicago; Journal of the American Medical Association, Oct. 24, 2021, online; Oct. 24, 2021, presentation, American College of Gastroenterology annual meeting, Las Vegas