La detección del carcinoma hepatocelular (CHC) es fundamental en pacientes de alto riesgo, según una presentación en la conferencia GUILD 2022.
“La incidencia del cáncer de hígado se está multiplicando varias veces,. Al mismo tiempo que aumenta la incidencia, también aumenta la mortalidad, casi el doble”, dijo Elliot B. Tapper, MD, profesor asociado de medicina en la Universidad de Michigan. “Cuando miras debajo del capó para preguntar a quién le está pasando esto, puedes ver algunas pistas muy importantes que nos dicen un poco hacia dónde va esta enfermedad”.
Las proyecciones modeladas hasta 2030 indican que, si bien las cifras de cáncer de hígado han aumentado y aumentarán entre los pacientes de 65 a 84 años, los grupos más jóvenes verán una menor incidencia de CHC con el tiempo. Además, la incidencia de CHC es “varias veces” mayor entre los hombres que entre las mujeres.
Si bien los factores de riesgo convencionales para el cáncer de hígado (etapa de fibrosis y estado activo de hepatitis C y hepatitis B) aún prevalecen, Tapper anotó que la cirrosis y la enfermedad del hígado graso han surgido como impulsores dominantes de la enfermedad.
“Examine el cáncer de hígado cada 6 meses y preste atención a los factores de riesgo dominantes: a saber, edad, sexo biológico, antecedentes de hepatitis viral y antecedentes familiares de cáncer de hígado”, dijo Tapper, y aconsejó a los asistentes que sigan la orientación práctica reciente de AASLD. “Los límites de edad son diferentes según los factores epidemiológicos, que son indicadores de cuánto tiempo ha tenido hepatitis B. Pero, en una palabra, nos interesan los antecedentes de cirrosis y hepatitis viral”.
Cuando se trata de modalidades de detección, el ultrasonido es bastante popular, aunque falta sensibilidad (alrededor del 50%) y especificidad para la detección temprana del cáncer de hígado. Además, los factores problemáticos, como la dependencia del operador, la inconveniencia y la variabilidad de un paciente a otro, disminuyen la calidad del escaneo y limitan su rendimiento. Las pruebas de biomarcadores en sangre continúan estudiándose para su uso en la detección de poblaciones en riesgo.
“Las personas que no se benefician del tamizaje son aquellas que tienen bajo riesgo de cáncer de hígado, es decir, las personas que no tienen cirrosis; personas que solo tienen enfermedad del hígado graso no cirrótico”, concluyó Tapper. “Si bien no es cierto en este momento, puede quedar claro en el futuro que varios años después de curarse de la hepatitis C tendría un riesgo menor, pero en este momento, mientras tenga cirrosis, tendrá suficiente alto riesgo de cáncer de hígado y, por lo tanto, debe considerarse para la detección”.
FUENTE: Tapper E. Presentation: HCC Surveillance: Who, How and Anticipated Benefits. Presented at: GUILD 2022; Feb. 20-23, 2022 (hybrid meeting).
