“Los niños que participan en deportes aprenden lo que es esforzarse a medida que aprenden nuevas habilidades, vencen dificultades, se recuperan del fracaso y lo intentan de nuevo”, aseguró la autora principal, Emily Nothnagle, que realizó la investigación mientras era estudiante de sociología de la Universidad Estatal de Ohio, en Columbus. “La pasión y perseverancia que desarrollan al practicar deportes pueden ayudarlos el resto de sus vidas”.
En el estudio, ella y su equipo usaron datos de la Encuesta nacional de deportes y sociedad. Incluyó a casi 4,000 adultos de todo el país.
Para medir la pasión y perseverancia, pidió a los participantes que se calificaran a sí mismos en ocho afirmaciones. Estas incluían “Soy diligente”, “Nunca me rindo”, y “Trabajo duro”.
Alrededor de un 34 por ciento de los que practicaron deportes juveniles puntuaron alto en la escala de pasión y perseverancia de cinco puntos, en comparación con un 23 por ciento de los que no practicaron deportes. Y un 25 por ciento de los que nunca practicaron deportes puntuaron bajo en la escala de pasión y perseverancia, en comparación con un 17 por ciento de los exjugadores.
Pero desarrollar la pasión y perseverancia requiere tesón: los niños tienen que persistir en su deporte para obtener los beneficios, apuntaron los investigadores.
“Los adultos que practicaban deportes juveniles pero que lo dejaron no mostraron unos niveles más altos de pasión y perseverancia”, comentó el coautor del estudio, Chris Knoester, profesor asociado de sociología de la Estatal de Ohio. “En realidad demostraron unos niveles más bajos de pasión y perseverancia después de que incluyéramos una medida sustituta de la importancia del deporte para el desarrollo de la pasión y perseverancia mientras se crece”.
Esta medida substituta se basó en las percepciones de los encuestados sobre cómo su experiencia deportiva afectaba a su ética laboral, según los investigadores, que dijeron que abandonar el deporte podría reflejar una falta de tesón. También podría hacer que, la próxima vez, abandonar algo sea más fácil.
Incluso cuando se tomó en cuenta este hallazgo, los deportes mejoraron las puntuaciones de pasión y perseverancia.
“La participación en los deportes parece haber mejorado el desarrollo de la pasión y perseverancia de las personas incluso más de lo que pensaban”, dijo Nothnagle.
Lo que el estudio no pudo determinar fue si las personas que tuvieron éxito en los deportes y se beneficiaron de la pasión y perseverancia en realidad solo habían nacido con este rasgo.
Los resultados sí sugieren que las personas pueden ganar o perder pasión y perseverancia a lo largo de la vida.
Los adultos que afirmaron que participaron en deportes de forma regular en el año anterior, por ejemplo, mostraban unos niveles más altos de pasión y perseverancia. Esto fue cierto independientemente de que practicaran o no deportes en la niñez. No estaba claro en qué deportes participaban los adultos, ni si eran solitarios u organizados.
“Este hallazgo adicional sobre la participación en los deportes en la adultez sugiere que se puede adquirir, y quizá perder, la pasión y perseverancia en distintos momentos de la vida”, planteó Knoester. “No es una cualidad estática”.
La pasión y perseverancia no carece de desventajas, por ejemplo al conducir a algunas personas a entrenar en exceso y lesionarse, advirtió Nothnagle.
“Los deportes ofrecen un lugar valioso en la sociedad, en que se puede trabajar duro y practicar y tomárselo en serio, pero hasta cierto punto tampoco es la vida real. En general, se piensa que los deportes son un área separada de la vida, y las implicaciones en los deportes no son tan abarcadoras y extremas”, apuntó Knoester.
“Pero se pueden tomar las lecciones que se aprenden y practican en los deportes, como el desarrollo de la pasión y perseverancia, y aplicarlas en la vida aparte de los deportes de unas formas muy útiles”, añadió.
Los hallazgos se publicaron en una edición reciente de la revista Leisure Sciences.
FUENTE: Ohio State University, news release, July 27, 2022