En un artículo reciente publicado en JAMA Otolaryngology Head & Neck Surgery, los investigadores exploraron la tasa de recuperación y la prevalencia de las alteraciones del gusto y el olfato asociadas a la enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19) después de dos años en pacientes con síntomas leves.
Antecedentes
La disfunción del gusto y el olfato fueron algunas de las manifestaciones documentadas a menudo de la COVID-19 levemente sintomática antes de la aparición de la cepa Omicron del síndrome respiratorio agudo severo coronavirus 2 (SARS-CoV-2). Además, el 7% de los pacientes tenían anosmia funcional un año después de la infección por SARS-CoV-2, lo que hacía que el deterioro del olfato o el gusto fueran síntomas frecuentes y duraderos de COVID-19. Es crucial determinar la durabilidad a largo plazo de estos síntomas, considerando las altas tasas de casos de COVID-19.
Los autores del presente estudio describieron previamente la frecuencia de una alteración del sentido del gusto o del olfato en pacientes con COVID-19 con síntomas leves al inicio, cuatro semanas, ocho semanas y seis meses después de la infección.
Sobre el estudio
En el presente trabajo, los investigadores analizaron el mismo grupo de pacientes con COVID-19 levemente sintomáticos que habían evaluado previamente al inicio, cuatro semanas, ocho semanas y seis meses después de la infección por SARS-CoV-2 para determinar la tasa de recuperación de dos años y prevalencia de disfunción del gusto o del olfato.
El equipo obtuvo el consentimiento informado verbal de los participantes del estudio a través de entrevistas telefónicas. Los voluntarios del estudio eran personas mayores de 18 años evaluadas secuencialmente en el Hospital General de Treviso, que dieron positivo en SARS-CoV-2 mediante reacción en cadena de la polimerasa (PCR) en pruebas de hisopo realizadas siguiendo las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) entre el 19 y el 22 de marzo de 2020. y que se consideraron aptos para la gestión del hogar.
Los sujetos fueron evaluados en la etapa aguda de la infección y contactados nuevamente después de cuatro semanas, ocho semanas, seis meses y dos años. Durante entrevistas sucesivas, los voluntarios fueron analizados utilizando las mismas preguntas de la línea de base. Los síntomas se evaluaron mediante cuestionarios estructurados, como el Sino-nasal Outcome Test 22 y el Acute Respiratory Tract Infection Questionnaire. La prevalencia de los síntomas se expresó como porcentaje de todos los participantes y los intervalos de confianza (IC) del 95 % se determinaron mediante la técnica de Clopper-Pearson. Además, se utilizó el software R, versión 3.6, para realizar análisis estadísticos.
Resultados
Los resultados del estudio indicaron que 174, es decir, el 86,1 %, de los 202 pacientes con SARS-CoV-2 que completaron la encuesta de referencia respondieron a todas las entrevistas de seguimiento. Tres pacientes fueron excluidos del estudio debido a una reinfección por SARS-CoV-2 documentada, y tres fueron eliminados debido a un inicio tardío, es decir, más de tres meses, disfunción del olfato o del gusto, lo que indica una posible reinfección. Por lo tanto, hubo 168, o el 83,2 %, sujetos elegibles con una mediana de edad de 55 años, con un rango de 20 a 89 años, 90, es decir, el 53,6 % de los cuales eran mujeres.
De los voluntarios elegibles del estudio, 108 o el 64,3 %, 64 o el 38,1 %, 29 o el 17,3 %, 27 o el 16,1 % y 14 o el 8,3 % documentaron un cambio en el sentido del olfato o del gusto con una puntuación superior a cero en la prueba de resultado sinonasal 22 al inicio, cuatro semanas, ocho semanas, seis meses y dos años, respectivamente. Inicialmente, se informó un cambio en la percepción del olfato o el gusto cuando la prueba de detección de infección por SARS-CoV-2 con hisopo seguía siendo positiva después de un seguimiento de cuatro semanas entre 11 pacientes.
Entre los 119 pacientes que experimentaron disfunción del olfato o del gusto asociada con COVID-19 dentro de las cuatro semanas, 105 o el 88,2 % informaron una recuperación completa a los dos años, 11 o el 9,2 % informaron una disminución en la gravedad y 3 o el 2,5 % documentaron que el síntoma era peor o sin cambios. Además, 13 pacientes, o el 10,9 %, experimentaron una recuperación tardía más de seis meses después del inicio.
En un seguimiento de dos años, la fatiga fue la queja no quimiosensorial más frecuente, informada por el 31 o el 18,5 % de los participantes, seguida por la dificultad para respirar por el 18 o el 10,7 % de los voluntarios del estudio. De hecho, 47 pacientes, o el 28 %, afirmó que al menos un síntoma de COVID-19 seguía presente después de dos años.
Conclusiones
En general, los hallazgos del estudio mostraron que más del 88 % de los sujetos que experimentaron una disfunción del gusto o del olfato relacionada con la COVID-19 se recuperaron por completo después de dos años. Además, alrededor del 11 % de los pacientes experimentaron una recuperación tardía.
Los hallazgos actuales requieren una interpretación cuidadosa, considerando las limitaciones del estudio, como resultados no confirmados para la pérdida olfativa, datos autoinformados de una encuesta transversal, falta de una evaluación psicofísica de la función quimiosensorial, tamaño de muestra pequeño, ausencia de sujetos con severa síntomas, restricción geográfica y falta de información sobre posibles tratamientos para el daño quimiosensorial. Sin embargo, a diferencia de los informes frecuentes, el equipo mencionó que se debe informar a los pacientes con SARS-CoV-2 que la recuperación del deterioro del olfato o del gusto puede persistir durante varios meses desde el inicio.
Además, los datos del estudio se aplican a las personas que contrajeron la infección por SARS-CoV-2 antes de la aparición de la variante Omicron. De hecho, las funciones quimiosensoriales se ven afectadas con menor frecuencia y gravedad por el COVID-19 asociado con la cepa SARS-CoV-2 Omicron.