Cuando los médicos ayudan a nacer a un bebé sano, es común esperar más o menos un minuto para pinzar y cortar el cordón umbilical, lo que provee al bebé los beneficios de la sangre adicional del cordón umbilical mientras inicia su vida fuera del útero.
Pero lo mismo no sucede cuando los bebés nacen débiles, con una respiración mínima. El plan de acción para esos bebés, conocidos como bebés “no vigorosos”, ha sido pinzar el cordón rápidamente y trabajar para estabilizarlos.
Ahora, un nuevo estudio sugiere que quizá haya una opción distinta para estos bebés de alto riesgo, en que los médicos aprieten el cordón umbilical con suavidad unas cuantas veces, “ordeñando” sus beneficios para el bebé al introducir la sangre poco a poco dentro de su abdomen. Tras esto se pinza el cordón con rapidez, y entonces se inician los esfuerzos de reanimación.
El estudio, que usó una de las dos opciones en 10 hospitales, encontró que los bebés no vigorosos que recibieron el ordeño del cordón umbilical fueron menos propensos que los que recibieron la atención estándar a necesitar respaldo cardiaco y respiratorio.
Los bebés que recibieron el ordeño del cordón también fueron menos propensos a tener unos niveles bajos de oxígeno en el cerebro, y fue más probable que tuvieran unos niveles más altos de hemoglobina, lo que indica la presencia de glóbulos rojos.
“La pregunta siempre ha sido, ¿hay algo más que podamos hacer por los bebés a quienes no les va bien al nacer, que no respiran, o que están débiles o azulados?”, planteó el autor del estudio, el Dr. Anup Katheria, neonatólogo del Hospital para Mujeres y Recién Nacidos Sharp Mary Birch, en San Diego.
“Esto es lo que este estudio buscaba observar: en estos bebés a quienes no les va bien, que no pueden retrasar el pinzamiento del cordón porque alguien como yo tiene que reanimarlos con rapidez, ¿ordeñar el cordón unas cuantas veces ayudaría a mejorar sus resultados, por ejemplo ser admitidos a la UCI, o prevendría la lesión cerebral?”, añadió Katheria.
El estudio incluyó a 1,730 bebés de más de 16,000 que nacieron en 10 instituciones tras un embarazo de 35 a 42 semanas.
Los motivos por los cuales los bebés no nacen vigorosos pueden variar, e incluyen que el cordón umbilical se comprima o pince durante el parto, lo que reduciría la cantidad de sangre, y por tanto de oxígeno, que llegan al bebé. La placenta también puede desprenderse o dejar de funcionar de manera adecuada.
“Todas estas afecciones se pueden revertir o ayudar parcialmente, siempre y cuando se provea esta sangre adicional al bebé”, comentó Katheria.
“Es importante anotar que esto no es solo sangre”, explicó. “La sangre el cordón para los bebés es distinta que la sangre que usted y yo recibiríamos si necesitáramos una transfusión de sangre. Está llena de miles de millones de células madre y células luchadoras inmunitarias, todo lo que un recién nacido necesita. Esto no se encuentra en los productos sanguíneos normales cuando se acude al banco de sangre”.
En el estudio, en hospitales de Estados Unidos, Canadá y Polonia, donde los bebés recibieron ordeño del cordón, los proveedores ordeñaron 20 centímetros de cordón durante dos segundos, y repitieron el procedimiento tres veces.
La admisión a una unidad de cuidados intensivos neonatales (UCIN) no fue significativamente distinta entre aquellos cuyos cordones umbilicales se pinzaron de inmediato y los que recibieron ordeño del cordón.
Pero hubo diferencias en otras medidas: un 61 por ciento del grupo del ordeño requirieron respaldo cardiaco y respiratorio, frente a un 71 por ciento del grupo de pinzado. Por otra parte, se observaron unos niveles bajos de oxígeno en la sangre en los cerebros de un 1.5 por ciento del grupo del ordeño, frente a un 3 por ciento del grupo de pinzado.
Los bebés no vigorosos están en riesgo de una variedad de afecciones, que incluyen unos niveles bajos de oxígeno en el cerebro, parálisis cerebral y accidente cerebrovascular (ACV).
Katheria comentó que espera que el estudio lleve a que los órganos rectores que crean las directrices de los obstetras evalúen las evidencias.
“No puede decir que todo el mundo deba comenzar a implementar la recomendación, pero sí sentimos que provee buenas evidencias respecto a que es un método seguro que tiene beneficios”, observó Katheria.
Los investigadores planifican dar seguimiento a los bebés hasta que cumplan 2 años.
Los hallazgos se publicaron en una edición reciente en línea de la revista American Journal of Obstetrics and Gynecology.
La Dra. Maria Mascola, especialista en medicina materna y fetal del Sistema de Salud de la Clínica Marshfield, en Wisconsin, y autora principal de la directriz clínica sobre el corte del cordón del Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos (American College of Obstetricians and Gynecologists), apuntó que el estudio abordó un área importante de la atención de los recién nacidos.
“Esta situación clínica plantea un problema real para los que atienden a la madre y al bebé: ¿Deben implementar un retraso en el corte del cordón con todos sus beneficios conocidos, o deben iniciar la reanimación de inmediato?”, preguntó Mascola. “El ordeño del cordón umbilical ofrece una tercera estrategia que no se había estudiado bien antes en este grupo particular de recién nacidos”.
Mascola anotó que el estudio encontró unos beneficios importantes, al mismo tiempo que no identificó posibles problemas asociados con el ordeño del cordón umbilical, entre ellos una hemorragia cerebral o un exceso de glóbulos rojos.
“Uno de los problemas del ordeño del cordón umbilical es estandarizarlo: hay muchas formas de hacerlo, y es clave asegurar que cuando se realice, se haga de una forma específica que se haya mostrado que es segura en estudios como este”, añadió Mascola.