Esta es la conclusión de unos investigadores de Taiwán, que monitorizaron los datos de salud de más de 1.2 millones de niños. Examinaron a los niños cuando tenían 10 años, en algún momento entre 2010 y 2018.
Los investigadores también utilizaron la Prueba de Aptitud Física nacional de Taiwán para medir la aptitud física de los niños.
Los niños con una mayor aptitud física eran menos propensos a desarrollar conjuntivitis alérgica, encontraron los investigadores. Al contrario, los niños con un mayor riesgo de la afección tenían sobrepeso, experimentaban una mayor exposición a la contaminación atmosférica, vivían en áreas urbanas densamente pobladas, y tenían un historial de asma o rinitis alérgica (fiebre del heno).
La nueva investigación respaldó a estudios anteriores que también encontraron vínculos entre la contaminación atmosférica y la conjuntivitis alérgica.
La conjuntivitis alérgica afecta a hasta un 30 por ciento de los niños de todo el mundo, según los autores del estudio, y se manifiesta como una inflamación de la esclerótica con enrojecimiento, picazón y lagrimeo oculares.
“La creciente prevalencia de las enfermedades alérgicas, en particular en la población pediátrica, es una grave preocupación de salud pública global”, advirtió en un comunicado de prensa de la Academia Americana de Oftalmología (American Academy of Ophthalmology, AAO) la investigadora principal, la Dra. Tsai-Chu Yeh.
“Aunque los síntomas de la conjuntivitis alérgica con frecuencia se consideran menores, tiende a tener un curso crónico con múltiples episodios recurrentes, y puede afectar de forma negativa el rendimiento escolar y la calidad de vida de los niños”, anotó Yeh en un comunicado de prensa de la academia.
Los hallazgos se presentaron en Septiembre 2022 en la reunión anual de la AAO, en Chicago. Los hallazgos presentados en reuniones médicas deben considerarse preliminares hasta que se publiquen en una revista revisada por profesionales.
