Un nuevo medicamento podría aliviar el estreñimiento relacionado con el Parkinson

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Las personas con Parkinson desarrollan una amplia variedad de síntomas, Con frecuencia, el estreñimiento crónico es uno de los primeros que surge, dijo Barbut, y aparece años antes que los problemas de movimientos.

Un medicamento experimental podría ayudar a las personas con enfermedad de Parkinson a aliviar el estreñimiento constante, una característica común y molesta de la enfermedad.

En un ensayo en que participaron 150 personas con Parkinson y estreñimiento crónico, los investigadores encontraron que los pacientes a quienes se administró el fármaco por unas semanas se hicieron mucho más regulares: en promedio, pasaron de tener menos de una deyección por semana a tres por semana.

El nuevo medicamento, conocido como ENT-01, todavía no está aprobado, y se han planificado estudios de mayor tamaño.

Pero los expertos dijeron que los hallazgos a corto plazo, que se publicaron en la edición del 8 de noviembre de la revista Annals of Internal Medicine, son promisorios.

Las señales más visibles del Parkinson se relacionan con el movimiento, como temblores, rigidez en las extremidades y problemas de coordinación.

Pero es mucho más que un trastorno del movimiento, comentó la Dra. Denise Barbut, investigadora sénior del nuevo estudio.

Las personas con Parkinson desarrollan una amplia variedad de síntomas, que abarcan desde alteraciones del sueño hasta problemas con la memoria y el pensamiento, la depresión y la ansiedad, alucinaciones y otras formas de psicosis.

Con frecuencia, el estreñimiento crónico es uno de los primeros que surge, dijo Barbut, y aparece muchos años antes que los problemas de movimiento.

De hecho, señaló, se cree que la enfermedad de Parkinson “comienza en los intestinos”, y que la alfa-sinucleína se aglomera de forma anómala primero en las neuronas intestinales, y altera su capacidad de activación, mucho antes de propagarse al cerebro.

El ENT-01 parece actuar de forma directa en esas neuronas, según Barbut, cofundadora de Enterin Inc., una compañía con sede en Filadelfia que está desarrollando el fármaco. La investigación en laboratorio ha mostrado que el medicamento desplaza la alfa-sinucleína que se acumula en las membranas de las células nerviosas, lo que puede restaurar la activación normal de las células.

En un estudio temprano con 50 pacientes con Parkinson, el equipo de Barbut encontró que el ENT-01 mejoraba el estreñimiento con rapidez, y que no era absorbido sistémicamente, lo que sugiere que solo funciona en los intestinos.

Para evaluar más el fármaco, los investigadores reclutaron a 150 pacientes con Parkinson y un estreñimiento duradero (en promedio, de 13 años). Se asignó a cada uno al azar a tomar ENT-01 o pastillas de placebo cada día durante 25 días.

En ese tiempo, las personas que tomaron el fármaco pasaron de hacer menos de una deyección por semana a tres por semana, en promedio. Los del grupo del placebo continuaron teniendo una por semana, en promedio.

Los investigadores encontraron que también hubo algunos cambios más. En 14 pacientes que tenían demencia y tomaban el fármaco, los síntomas en una escala estándar mejoraron en algunos puntos. Por otro lado, en cinco pacientes con alucinaciones, esos síntomas desaparecieron.

Pero no está claro qué significan estos hallazgos. El estudio no se diseñó para evaluar el ENT-01 para la mejora de los síntomas neurológicos o psiquiátricos, apuntó Barbut.

“Necesitamos realizar más estudios que se enfoquen en ello”, planteó.

Pero ella y sus colegas especularon que las acciones del medicamento en los intestinos podrían tener algo que ver. Hay un “eje intestinos-cerebro” a través del cual el cerebro y el sistema nervioso intestinal se comunican, aseguró Barbut. Entonces, mejorar la función de las neuronas intestinales podría potencialmente afectar al cerebro.

Pero este estudio no lo demuestra, apuntó el Dr. Andrew Feigin, director ejecutivo del Instituto Fresco del Parkinson y los Trastornos del Movimiento de la NYU, en la ciudad de Nueva York.

Anotó que el número de pacientes con demencia o psicosis fue bajo, y que los del grupo del placebo también tuvieron cierta mejora.

“En realidad no se pueden sacar conclusiones de esto”, aseguró Feigin, que no participó en el estudio.

Pero la mejora en el estreñimiento es promisoria, según Feigin.

“Sin duda mejora esos síntomas”, dijo, “y pienso que sería significativo para muchas personas con Parkinson”.

El estreñimiento crónico puede ser “bastante problemático”, apuntó Feigin, y aunque los laxantes convencionales y otros remedios ayudan a algunos pacientes, no funcionan en muchos otros.

En cuanto a los efectos secundarios, las náuseas fue el más común (afectaron a un tercio de los pacientes que tomaron el fármaco), seguidas por la diarrea, que afectó a casi un 20 por ciento. Feigin anotó que de los 93 pacientes del grupo del ENT-01, alrededor de una cuarta parte se salieron del estudio en algún momento, con frecuencia debido a los efectos secundarios.

“Quizá tengan que hacer que el medicamento sea más tolerable”, planteó.

Los investigadores lo reconocieron, y apuntaron que estudios futuros pueden intentar reducir la dosis inicial, o dar a los pacientes un medicamento contra las náuseas al principio del tratamiento con el ENT-01.

FUENTES: Denise Barbut, MD, co-founder, chief medical officer, Enterin, Inc., Philadelphia; Andrew Feigin, MD, executive director, Marlene and Paolo Fresco Institute for Parkinson’s and Movement Disorders, NYU Langone, and professor, neurology, NYU Grossman School of Medicine, New York City; Annals of Internal Medicine, Nov. 8, 2022, online
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