Los niños que están en mejor forma física que sus compañeros experimentan un riesgo reducido de conjuntivitis alérgica, según un estudio presentado en la Academia Estadounidense de Oftalmología de 2022.
Pero la mala calidad del aire puede mitigar algunas de las ventajas de salir a jugar, escribieron en el estudio Tsai-Chu Yeh, MD, del Hospital General de Veteranos de Taipei y la Universidad Nacional Yang Chiao Tung en la ciudad de Taipei, Taiwán, y sus colegas.
“La creciente prevalencia de las enfermedades alérgicas, particularmente en la población pediátrica, es un grave problema de salud pública mundial”, dijo Yeh en un comunicado de prensa.
“Aunque los síntomas de la conjuntivitis alérgica a menudo se consideran menores, tiende a tener un curso crónico con múltiples episodios recurrentes y puede afectar negativamente el rendimiento escolar y la calidad de vida de los niños”, continuó Yeh.
Según el póster presentado, el estudio involucró a 1 271 730 niños en Taiwán que fueron examinados a la edad de 10 años entre el 1 de enero de 2010 y el 31 de diciembre de 2018, y seguidos durante al menos 1 año. Los investigadores rastrearon los casos de conjuntivitis alérgica entre estos niños a través de registros nacionales.
Usando los resultados de la Prueba Nacional de Aptitud Física, los investigadores también midieron objetivamente la capacidad aeróbica, la fuerza muscular, la resistencia cardiorrespiratoria y la flexibilidad de los niños.
Las incidencias acumuladas de seis años de conjuntivitis alérgica incluyeron 0,64 % para los estudiantes en el primer cuartil en el poder musculoesquelético, lo que indica el mejor poder: 0,73 % para los estudiantes en el segundo cuartil, 0,78 % para los del tercer cuartil y 0,88 % para el cuarto cuartil (P < .001), según el cartel.
En un análisis multivariado que se ajustó por edad, IMC, comorbilidades, factores socioeconómicos y ambientales, una mayor potencia musculoesquelética se asoció con un riesgo reducido (FC ajustada por 1 metro incremental de salto largo de pie = 0,69; IC del 95 %, 0,61-0,78), con Se observaron asociaciones similares para los aumentos en la capacidad aeróbica (FC ajustada por cuartil = 0,89; IC del 95 %, 0,85-0,93) y la resistencia cardiorrespiratoria (FCa por cuartil = 0,92; IC del 95 %, 0,91-0,94), según el resumen del estudio.
Estas asociaciones también fueron consistentes en todos los grupos de IMC, continuaron los investigadores.
Además, los investigadores señalaron en su póster que aumentaban los riesgos de conjuntivitis alérgica y asociaciones con el sexo femenino (aHR = 1,05; IC del 95 %, 1-1,11) y un índice de calidad del aire más pobre (aHR = 1,06; IC del 95 %, 1,06-1,07) en un análisis de regresión de Cox modificado.
Los factores de riesgo adicionales para la conjuntivitis alérgica incluyeron urbanización, antecedentes de asma, antecedentes de rinitis alérgica y uso previo de antibióticos (P < 0,001 para todos). Los investigadores indicaron que los niños con sobrepeso y los niños con una mayor exposición a la contaminación del aire también tenían un mayor riesgo.
Estos resultados respaldan estudios previos que sugerían una relación entre la conjuntivitis alérgica y la contaminación del aire, así como una relación entre la conjuntivitis alérgica y la urbanización, continuaron los investigadores.
Además, escribieron los investigadores, estas relaciones entre la conjuntivitis alérgica, la condición física y los factores ambientales son de gran importancia para la salud pública y deben ser notadas por las personas que toman decisiones sobre políticas.