En las personas que son obesas y tienen diabetes tipo 2, la cirugía para perder peso ofrece más que una silueta más delgada.
También reduce el riesgo de complicaciones cardiacas y muerte prematura en alrededor de un 40 por ciento, en comparación con la atención médica estándar, asegura una nueva investigación.
Los investigadores de la Clínica Cleveland compararon el impacto de varios tipos de cirugía para perder peso (bariátrica) con la atención médica usual en personas con diabetes tipo 2 tratadas entre 1998 y 2017. En específico, observaron un conjunto de seis componentes, que incluían a la muerte por cualquier causa, la insuficiencia cardiaca, la enfermedad cardiaca, el accidente cerebrovascular (ACV), los problemas de los riñones, y un latido cardiaco irregular llamado fibrilación auricular.
“Cuando observamos los componentes de forma individual, vimos una reducción en los seis, incluyendo a la tasa de mortalidad”, comentó el autor principal del estudio, el Dr. Ali Aminian, cirujano bariátrico de la Clínica Cleveland.
El Dr. Steve Nissen, director académico del Instituto Cardiaco y Vascular de la Clínica Cleveland y autor sénior del estudio, afirmó que los hallazgos son “llamativos”.
“Como cardiólogo, estos hallazgos me dicen que si podemos encontrar una forma de lograr que las personas pierdan peso, podemos salvar muchas vidas”, enfatizó Nissen.
Aminian añadió que los médicos de atención primaria, endocrinólogos y cardiólogos deben considerar a la pérdida de peso como una herramienta. “En lugar de añadir más medicamentos, hable con un cirujano bariátrico [sobre si la cirugía sería una opción adecuada de tratamiento]”, planteó.
El estudio observacional monitorizó la salud de casi 2,300 personas con diabetes tipo 2 que se habían sometido a uno de cuatro tipos de cirugía para perder peso. Incluyeron al baipás gástrico, la gastrectomía en manga, la banda gástrica ajustable y la cirugía de cruce duodenal.
Los investigadores compararon al grupo quirúrgica con unos 11,500 pacientes emparejados que recibieron la atención médica estándar.
Tras un seguimiento de ocho años, las personas que se sometieron a la cirugía para perder peso tenían:
- Un riesgo de morir por cualquier causa un 41 por ciento más bajo.
- Un riesgo de insuficiencia cardiaca un 62 por ciento más bajo.
- Un riesgo de enfermedad cardiaca un 31 por ciento más bajo.
- Un riesgo de ACV un 33 por ciento más bajo.
- Un riesgo de enfermedad renal diabética un 60 por ciento más bajo.
- Un riesgo de fibrilación auricular un 22 por ciento más bajo.
Adicionalmente, los que se sometieron a una cirugía perdieron más peso y usaban menos medicamentos para la diabetes y otras afecciones.
El Dr. Joel Zonszein, director del centro clínico de la diabetes del Centro Médico Montefiore, en la ciudad de Nueva York, revisó los hallazgos.
“Sabemos que la cirugía bariátrica funciona cuando tratamos la obesidad y la diabetes. Es una buena herramienta para ciertos pacientes. Pero la cirugía no es una panacea”, anotó.
“Es una intervención quirúrgica que tiene complicaciones. A veces las personas necesitan una cirugía adicional. Puede haber complicaciones posteriores, como el síndrome de evacuación gástrica rápida [cuando la comida se ‘evacúa’ directamente del estómago al intestino delgado sin digerirse] y la desnutrición. Y no todos son candidatos”, explicó.
Zonszein dijo que los medicamentos más recientes para la diabetes tipo 2 podrían conducir a unos mejores resultados para el grupo de gestión médica observado en este estudio.
También anotó que muchos pacientes del estudio no tomaban antihipertensivos ni medicamentos para reducir el colesterol. Ahora típicamente se recetan a las personas con diabetes tipo 2.
Aminian dijo que las compañías de seguro usualmente pagan la cirugía para perder peso de ciertos pacientes, por ejemplo los que tienen un índice de masa corporal (IMC) superior a 40. El IMC es una medida aproximada de la grasa corporal basada en la estatura y el peso. Con un IMC por encima de 30 se considera que una persona es obesa. Las personas con un IMC de 35 que tienen otras afecciones, como la diabetes o la apnea del sueño, pueden usualmente obtener la cobertura para la cirugía para perder peso.
El estudio se presentó el lunes en París en la reunión anual del Congreso de la Sociedad Europea de Cardiología (European Society of Cardiology), y se publicó de forma simultánea en la revista Journal of the American Medical Association.
FUENTES: Ali Aminian, M.D., bariatric surgeon, Cleveland Clinic, Ohio; Steven Nissen, M.D., chief academic officer, Heart and Vascular Institute, Cleveland Clinic; Joel Zonszein, M.D., director, Clinical Diabetes Center, Montefiore Medical Center, New York City; presentation, European Society of Cardiology Congress, annual meeting, Paris; Journal of the American Medical Association, Sept. 2, 2019