Seguir una dieta saludable de origen vegetal tras un diagnóstico de cáncer de próstata podría ayudar a prevenir que la enfermedad progrese o recurra, sugiere un estudio reciente.
Los hombres que comían una dieta rica en frutas, verduras y granos integrales tenían un riesgo un 52 por ciento más bajo de que el cáncer progresara, y un riesgo un 53 por ciento más bajo de recurrencia, en comparación con los hombres que incluían la cantidad más baja de alimentos de origen vegetal en sus dietas, encontraron los investigadores.
“Progresar a una enfermedad avanzada es una de las preocupaciones centrales entre los pacientes con un cáncer de próstata, su familia, sus cuidadores y sus médicos”, señaló la investigadora principal, Vivian Liu, coordinadora de investigación clínica del Centro Osher de Salud Integral de la Universidad de California, en San Francisco.
“Estos hallazgos podrían orientar directamente a la atención clínica, al proveer recomendaciones sobre la dieta como directriz para gestionar la salud y reducir la morbilidad del cáncer más común al que se enfrentan los hombres, además de tener otros beneficios positivos para la salud, al prevenir otras enfermedades crónicas”, planteó Liu.
Una dieta de origen vegetal podría tener estos beneficios debido a que las frutas y las verduras contienen componentes antioxidantes y antinflamatorios, además de fibra dietética que mejora el control de la glucosa y reduce la inflamación, explicó.
Además, esta dieta reduce las exposiciones potencialmente nocivas a los alimentos de origen animal, como las hormonas y las aminas heterocíclicas que se crean durante la cocción a altas temperaturas, que se han vinculado con el cáncer de próstata en particular, apuntó Liu.
Las dietas ricas en proteína animal también podrían aumentar la resistencia a la insulina, mientras que la leche y los lácteos podrían aumentar los niveles del factor de crecimiento IGF1, que se ha asociado con el riesgo de cáncer de próstata, anotó.
En el estudio, Liu y sus colegas usaron datos de un estudio que recolectó información sobre más de 2,000 hombres con un cáncer de próstata.
A lo largo de una mediana de siete años, los investigadores encontraron que los hombres que reportaron unas dietas que incluían las mayores cantidades de plantas tuvieron un riesgo más bajo tanto de progresión como de recurrencia, en comparación con los hombres que comían la cantidad más baja de plantas. Esta asociación no varió según la edad, la velocidad al caminar ni la gravedad del cáncer.
“Unas dietas saludables de origen vegetal tras el diagnóstico, que incluyan verduras, frutas, legumbres y granos enteros, quizá se asocien con una reducción en el riesgo de progresión y recurrencia del cáncer de próstata, lo que se añade a una lista de varios beneficios más para la salud, que incluyen una reducción en la diabetes, la enfermedad cardiovascular y la mortalidad general”, enfatizó Liu.
Los hallazgos se presentarán el jueves en el Simposio sobre Cánceres Genitourinarios 2023 de la Sociedad Americana de Oncología Clínica (American Society of Clinical Oncology, ASCO), en San Francisco. Los hallazgos presentados en reuniones médicas se consideran preliminares hasta que se publican en una revista revisada por profesionales.
El Dr. Anthony D’Amico, jefe de la División de Oncología de la Radiación Genitourinaria del Instituto Oncológico Dana-Farber, en Boston, advirtió que aunque los hallazgos son promisorios, no pueden probar que una dieta de origen vegetal provocara una mejora en los resultados del cáncer de próstata, solo que hay una asociación entre ambas cosas.
Dicho esto, añadió que hay evidencias biológicas de que las dietas de origen vegetal son más saludables y que pueden mejorar al sistema inmunitario.
“De forma que hay una base biológica de que pueda ralentizar el riesgo de progresión de cualquier cáncer, como resultado de la vigilancia inmunitaria”, planteó D’Amico. “El otro aspecto es que las personas que comen una dieta de origen vegetal también tienden a hacer ejercicio, lo que se ha mostrado que mejora al sistema inmunitario”.
Un estilo de vida saludable también reduce el riesgo de recurrencia y progresión del cáncer porque los pacientes pueden tolerar mejor el tratamiento, es más probable que reciban el tratamiento completo, y es más probable que lo cumplan, señaló D’Amico.
“No quiero cuestionar estos hallazgos del todo. No quiero desestimarlos. Hacerlo no es malo. Simplemente no quiero que las personas crean que son una prueba”, aclaró D’Amico. “Recomendaría a las personas que tomen en cuenta a la situación completa, es decir, que hagan ejercicio, que no fumen, que no beban alcohol, que coman una dieta saludable, que reduzcan el estrés… todas estas cosas pueden ayudar”.
FUENTES: Vivian Liu, clinical research coordinator, Osher Center for Integrative Health, University of California, San Francisco; Anthony D’Amico, MD, PhD, chief, Division of Genitourinary Radiation Oncology, Dana-Farber Cancer Institute, Boston; 2023 American Society of Clinical Oncology Genitourinary Cancers Symposium, San Francisco, Feb. 16-18, 2023