La realidad virtual mejoró significativamente los síntomas y la calidad de vida en un pequeño subconjunto de pacientes con dispepsia funcional, dijo un presentador en la Reunión Científica Anual de ACG.
“La dispepsia funcional es un trastorno muy común de la interacción cerebro-intestino que afecta a alrededor del 10 % de la población en todo el mundo, según la definición de los criterios ROME IV. … A pesar de la prevalencia de la dispepsia funcional, no hay opciones de tratamiento aprobadas por la FDA en este momento”, dijo David Cangemi, MD, gastroenterólogo de Mayo Clinic Jacksonville. “La realidad virtual es una intervención muy prometedora que ha llamado mucho la atención en los últimos años. Se ha demostrado que reduce de manera efectiva tanto el dolor agudo como el crónico en varios entornos clínicos”.
“En resumen, creemos que la realidad virtual es una opción de tratamiento novedosa e intrigante para la dispepsia funcional”, dijo David Cangemi, MD, gastroenterólogo de Mayo Clinic Jacksonville, en la reunión científica anual de ACG.
En el primer estudio piloto aleatorizado, controlado y doble ciego que evaluó la realidad virtual (RV) para el tratamiento de la dispepsia funcional, Cangemi y sus colegas reclutaron a 37 pacientes (edad media, 45 años; 81,1 % mujeres) con dispepsia funcional para investigar la seguridad y eficacia de la realidad virtual como un nuevo método de tratamiento. Los pacientes en el brazo experimental (n = 27) recibieron un auricular VR equipado con programas audiovisuales inmersivos, mientras que los pacientes en el brazo de control (n = 10) recibieron un auricular idéntico equipado con videos de naturaleza 2-D.
Los participantes usaron sus auriculares al menos una vez al día (promedio de 1,3 veces al día durante 23,2 minutos al día) y completaron los cuestionarios Evaluación del paciente sobre trastornos gastrointestinales: Índice de gravedad de los síntomas (PAGI-SYM) e Índice de dispepsia de Nepean (NDI) al inicio del estudio, 1 semana y al final del estudio de 2 semanas.
De acuerdo con los resultados del estudio, las puntuaciones PAGI-SYM totales disminuyeron de 2,51 a 0,62 entre todos los pacientes con una mejoría mayor en las puntuaciones PAGI-SYM totales medias entre el grupo experimental (2,51 a 1,83; diferencia media = -0,68) en comparación con el grupo de control (2,5 a 2,04; diferencia de medias = –0,46).
Además, las puntuaciones de calidad de vida del NDI aumentaron de 40,97 a 57,14 en general, con una mayor mejora en el grupo experimental frente al de control (42 a 60,05 frente a 38,19 a 49,28). Se produjeron efectos adversos no graves en el 40,7 % y el 60 % de los pacientes, respectivamente, pero no dieron lugar a la finalización del estudio.
“La realidad virtual dio como resultado una mejora general significativa en los síntomas y la calidad de vida en pacientes con dispepsia funcional”, concluyó Cangemi. “Los pacientes del grupo experimental que recibieron la realidad virtual tridimensional inmersiva vieron una mejora numéricamente mayor en la puntuación de sus síntomas y en su calidad de vida”.
Agregó: “En resumen, creemos que la realidad virtual es una opción de tratamiento novedosa e intrigante para la dispepsia funcional. Claramente, se necesitan ensayos más grandes y de mayor duración para explorar los verdaderos beneficios de la realidad virtual, y tenemos la intención de ser parte de ese movimiento en el futuro”.
