¿Podría un embarazo estresado afectar al desarrollo de un niño pequeño?

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Según nuevos hallazgos, bebés que nacen de mujeres que están estresadas durante el embarazo quizá sean más propensos a experimentar problemas sociales, emocionales y de aprendizaje al crecer,

Los bebés que nacen de mujeres que están estresadas durante el embarazo quizá sean más propensos a experimentar problemas sociales, emocionales y de aprendizaje al crecer, sugiere una investigación reciente.

“El sufrimiento psicológico elevado de la madre no solo la afecta a ella, sino también al desarrollo del cerebro de su bebé que no ha nacido”, comentó la autora del estudio, Catherine Limperopoulos, jefa y directora del Instituto del Cerebro en Desarrollo del Hospital Pediátrico Nacional, en Washington, D.C.

Los investigadores dieron seguimiento a casi 100 mujeres embarazadas y a sus bebés a lo largo de 18 meses. Las mujeres también respondieron a cuestionarios sobre sus niveles de estrés entre las semanas 24 y 40 del embarazo, y sus hijos se sometieron a pruebas del neurodesarrollo a los 18 meses de edad.

Los bebés nacidos de mujeres que reportaron unos niveles altos de estrés mostraron cambios cerebrales en áreas clave del cerebro en desarrollo, lo que incluye a los pliegues en la parte exterior del cerebro (la profundidad del sulcus) y el hipocampo izquierdo, que se encarga del aprendizaje y la memoria, mostró el estudio. Estos niños eran más propensos a tener problemas para regular las emociones y a mostrar discapacidades de pensamiento.

“Los cambios en el desarrollo del cerebro en momentos críticos del embarazo pueden tener unos efectos perdurables en el neurodesarrollo a medida que estos bebés crecen”, afirmó Limperopoulos.

Muchas cosas pueden influir en la salud y el bienestar generales del feto en desarrollo, y por esto se aconseja a las madres embarazadas que tomen multivitamínicos, que coman una dieta saludable, que estén al día con sus vacunas y que se propongan un aumento de peso adecuado, apuntó Limperopoulos.

“El embarazo es un delicado acto de equilibrismo, y muchas cosas pueden alterar ese equilibrio esencial, lo que incluye al estrés materno”, advirtió.

Todavía no se comprende del todo la forma exacta en que el estrés de una mujer afecta al cerebro en desarrollo de un feto. Los investigadores solo encontraron una asociación, y uno un vínculo causal.

“El estrés aumenta la actividad de los sistemas endocrino e inmunitario de la madre, lo que puede provocar una respuesta de estrés en la madre, lo que, a su vez, podría afectar a la función de la placenta, al flujo sanguíneo o a la actividad inflamatoria mientras está embarazada”, planteó Limperopoulos. (La placenta suministra oxígeno y nutrientes al feto en desarrollo).

Ahora, Limperopoulos y sus colaboradores planifican monitorizar al desarrollo de estos bebés a largo plazo.

“No solo deseamos saber si el cerebro en desarrollo tiene la maleabilidad suficiente para autorrepararse y si las intervenciones tempranas en la madre y el bebé ayudan a los bebés, sino que también deseamos explorar cuáles intervenciones maternas tienen la mayor efectividad para ayudar a las mujeres embarazadas a evitar que estos problemas ocurran en primer lugar”, comentó.

La buena noticia es que hay cosas que las mujeres pueden hacer por su cuenta, que son gratuitas o tienen un costo bajo, como dormir bien, comer una dieta nutritiva, hablar con un amigo, y tomarse un momento para calmar su ansiedad al practicar mindfulness, yoga y ejercicios de respiración, aseguró Limperopoulos.

El estudio se publicó en la edición del 26 de abril de la revista JAMA Network Open.

Dos expertos que no participaron en el estudio se mostraron de acuerdo en que el estrés de una mujer durante el embarazo puede tener unos efectos duraderos en sus hijos.

“Este estudio es muy importante, y tiene muchas implicaciones respecto a la forma en que respaldamos a las mujeres embarazadas y a las familias jóvenes”, señaló la Dra. Marilyn Agustyn, directora de la división de pediatría del desarrollo y conductual de la Facultad de Medicina de la Universidad de Boston, y del Centro Médico de Boston.

“Lo que sucede durante el embarazo afecta a la forma en que un niño se desarrolla”, aseguró Agustyn. “Estos hallazgos de verdad deberían motivar a todo el mundo para que se siga aumentando el respaldo de las familias jóvenes”.

Un punto importante es que el nuevo estudio incluye medidas directas de la estructura del cerebro fetal, apuntó Curt Sandman, profesor emérito del Departamento de Psiquiatría y Conducta Humana de la Universidad de California, en Irvine.

“El estrés materno fue tóxico para sus hijos”, añadió. “Ahora tenemos información preliminar de que estos cambios son independientes a las exposiciones tras el nacimiento”.

FUENTES: Catherine Limperopoulos, PhD, chief, director, Developing Brain Institute, Children’s National Hospital. Washington, D.C.; Marilyn Augustyn, MD, director, division of developmental and behavioral pediatrics, Boston University School of Medicine and Boston Medical Center; Curt Sandman, PhD, professor emeritus, Department of Psychiatry and Human Behavior, University of California, Irvine; JAMA Network Open, April 29, 2022
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