Aspectos destacados
|
Justificación:
Los datos sobre la recuperación longitudinal después de la hospitalización por enfermedad por coronavirus (COVID-19) actualmente siguen siendo escasos, al igual que los resultados más allá de los 3 meses de seguimiento.
Objetivos:
Evaluar las secuelas hasta 6 meses después de la hospitalización por COVID-19 considerando 1) la recuperación en relación con la función pulmonar, las anomalías radiológicas, el estado de salud física y mental y la calidad de vida relacionada con la salud (HR-QoL) y 2) los predictores de las secuelas clínicamente más relevantes.
Métodos:
Los pacientes fueron evaluados a las 6 semanas, 3 meses y 6 meses después de la hospitalización mediante pruebas de función pulmonar, evaluación radiológica y cuestionarios en línea sobre el estado de salud física y mental y la CVRS. Los resultados se analizaron mediante análisis de mediciones repetidas.
Resultados:
Se incluyeron 92 pacientes (edad media, 58,2 ± 12,3 años; 58 [63,0%] hombres).
El porcentaje estimado de pacientes con deterioro de la capacidad vital forzada mejoró del 25 % a las 6 semanas al 11 % a los 6 meses; para la capacidad de difusión deteriorada, este porcentaje mejoró del 63% al 46%.
Radiológicamente, la opacidad en vidrio deslustrado disminuyó pero la fibrosis persistió. La mayoría de los pacientes (89,1 %) aún presentaban uno o más síntomas 6 meses después del alta. La fatiga disminuyó significativamente con el tiempo (P = 0.006).
No obstante, la fatiga se mantuvo en el 51% de los pacientes a los 6 meses. HR-QoL (casi) se normalizó en la mayoría de los dominios a los 6 meses, a excepción del desempeño físico, siendo la fatiga persistente y la duración de la hospitalización los predictores más importantes.
Conclusiones
En conclusión, en esta cohorte holandesa seguida prospectivamente, describimos longitudinalmente la recuperación en relación con la función pulmonar, las anomalías radiológicas, el estado de salud física y mental y la CVRS después de la hospitalización por COVID-19 y sus principales predictores.
El deterioro pulmonar persistente se puede encontrar hasta por 6 meses, pero se observa una mejoría gradual con el tiempo.
De manera similar, la mayoría de los pacientes informaron síntomas persistentes y una reducción de la HR-QoL relacionada con la infección por COVID-19.
La mayoría de estos mejoraron con el tiempo, pero la fatiga no solo fue el síntoma más frecuente sino también el más persistente, y también afectó gravemente la CVRS. La fatiga no pudo explicarse por la gravedad de COVID-19 o la función pulmonar en FU. La causa subyacente y el tratamiento óptimo deben establecerse y serán el tema de futuras investigaciones.
Mensaje final
- Durante los primeros 6 meses posteriores a la hospitalización por COVID-19, la mayoría de los pacientes demostraron una recuperación continua en todos los dominios de salud, pero las secuelas persistentes fueron frecuentes.
- La fatiga fue el síntoma residual y persistente más frecuente hasta 6 meses después de la hospitalización, lo que tuvo un impacto importante en la calidad de vida relacionada con la salud