Las mujeres que utilizan cigarrillos electrónicos durante el embarazo podrían presentar un mayor riesgo de tener un bebé con un peso bajo al nacer o prematuro, sugiere un estudio reciente.
El estudio de más de 79,000 mamás de EE. UU. encontró que cuando las mujeres usaban cigarrillos electrónicos de forma regular en un momento avanzado del embarazo, el riesgo de sus bebés de tener un peso bajo al nacer aumentaba.
Entre las mujeres que “vapeaban” pero que no fumaban cigarrillos regulares, poco menos de un 11 por ciento tuvieron un bebé con un peso bajo al nacer. Esto es en comparación con alrededor de un 6 por ciento de las mujeres que evitaron todos los cigarrillos.
Los expertos afirmaron que los hallazgos subrayan una advertencia de salud pública conocida: los cigarrillos electrónicos no son una “alternativa segura” a fumar.
“La conclusión es que lo mejor es abstenerse de los cigarrillos electrónicos mientras esté embarazada, si puede”, planteó la investigadora principal, Annette Regan, profesora asistente de la Universidad de California, en Los Ángeles.
Los peligros de fumar durante el embarazo son bien conocidos, e incluyen un aumento en los riesgos de nacimiento prematuro, peso bajo al nacer y síndrome de muerte súbita del lactante.
La pregunta es si los cigarrillos electrónicos pueden conllevar unos peligros similares. Los dispositivos, que llevan pilas, funcionan al calentar un líquido, lo que crea un “vapor” que se inhala. Esto permite que los usuarios eviten el humo de tabaco, pero de cualquier forma inhalan nicotina.
“Y la nicotina se reconoce como un intoxicante del desarrollo”, advirtió Regan.
Más allá del contenido de nicotina, los líquidos para los cigarrillos electrónicos tienen una base de glicerina y propilenglicol, unas sustancias de uso común en los productos del consumidor, desde los aditivos para los alimentos hasta los cosméticos.
Pero, en los cigarrillos electrónicos, se vaporizan e inhalan. Y esto podría ser un problema, según Mark Olfert, profesor asociado de la Facultad de Medicina de la Universidad de Virginia Occidental. Olfert no participó en el estudio.
En una investigación con animales, Olfert encontró que el vapor de los cigarrillos electrónicos provoca el mismo tipo de rigidez en las arterias que el humo de tabaco. Y parece ser un efecto de los compuestos calentados de los líquidos.
Si una mujer embarazada vapea, una preocupación es que cualquier efecto de este tipo en los vasos sanguíneos pudiera afecta al flujo sanguíneo hacia el útero, señaló Olfert.
Pero su equipo encontró otra señal de alarma en un estudio publicado a principios de año: cuando los animales embarazados se exponen al vapor de los cigarrillos electrónicos, su descendencia muestra una dilatación afectada en sus propios vasos sanguíneos.
Por supuesto, los estudios con seres humanos son distintos. Y como muchas personas que vapean también fuman, determinar una correlación entre el uso exclusivo de los cigarrillos electrónicos y un mal resultado del embarazo conlleva un estudio de gran tamaño.
Entonces, el tamaño es un punto fuerte del nuevo estudio, según Olfert.
“Es bueno ver un estudio más grande, como éste”, aseguró. “Y ciertamente hay datos de animales que lo respaldan”.
Los hallazgos, que se publicaron en la edición de julio de la revista Obstetrics & Gynecology, se basan en mujeres de EE. UU. que participaron en un estudio del gobierno federal sobre la salud de madres e hijos. Todas fueron encuestadas poco después de dar a luz.
Apenas alrededor de un 1 por ciento dijeron que habían utilizado cigarrillos electrónicos durante el embarazo, y de ellas, la mayoría también fumaron cigarrillos. Pero de las mujeres que dijeron que solo habían vapeado, alrededor de un 12 por ciento tuvieron un nacimiento prematuro, y casi un 11 por ciento tuvieron un bebé que nació con un peso bajo.
Estas cifras fueron de más o menos un 8 y un 6 por ciento entre las mujeres que ni fumaban ni vapeaban.
Cuando los investigadores profundizaron, encontraron que el aumento en el riesgo se limitaba a las mujeres que usaban cigarrillos electrónicos a diario.
“Este estudio confirma lo que ya se sospechaba a partir de estudios anteriores”, apuntó Beth Conover, consejera de genética sénior y directora de MotherToBaby Nebraska.
MotherToBaby es un servicio nacional sin fines de lucro que provee información sobre los efectos de varias exposiciones durante el embarazo.
Conover comentó que es difícil estudiar los efectos de los cigarrillos electrónicos en la salud, en parte porque los productos no están bien regulados.
“Algunos contienen mucha nicotina, mientras que otros contienen muy poca”, dijo. “Con frecuencia les añaden otras sustancias, lo que incluye conservantes y sabores. La mayor parte de estos agentes no se han estudiado en el embarazo”.
Se mostró de acuerdo en que el camino más seguro para las mujeres embarazadas es evitar el vapeo.
Por supuesto, la nicotina es altamente adictiva, y algunas fumadoras que quedan embarazadas quizá recurran a los cigarrillos electrónicos como adyuvantes para dejar de fumar.
“Lamentablemente, los cigarrillos electrónicos no son una forma probada de dejar de fumar”, advirtió Conover.
Sugirió que las mujeres hablen con su proveedor de atención de la salud sobre las tácticas para dejar de fumar, o que prueben los servicios gratuitos, como la línea para dejar de fumar (800-QUIT-NOW) de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU.
Idealmente, las mujeres pueden hacerlo mientras planifican el embarazo, pero muchos embarazos no son planificados. Regan animó a las mujeres a hablar con su médico sobre la cesación del tabaquismo en su primera visita prenatal.
FUENTES: Annette Regan, PhD, MPH, assistant professor, epidemiology, University of California, Los Angeles Fielding School of Public Health; Mark Olfert, PhD, associate professor, Department of Physiology and Pharmacology, West Virginia University School of Medicine, Morgantown; Beth Conover, MS, APRN, director, MotherToBaby Nebraska, and assistant professor, University of Nebraska Medical Center, Omaha; Obstetrics & Gynecology, July 2021